Ya son casi tres años que muchos argentinos pudimos (y debimos) conocer ese sitio lleno de magia y poder de comunicación que es nuestra estimadísima Aduana. A la espera de nuevas pautas para operar, cada visita es un nuevo reto donde ponemos a prueba nuestra experiencia… Pero siempre hay «algo» que descuidamos; algo que no tenemos en cuenta y ahí es donde nos pillan. Este año me tocó a mí… y por partida doble…
Introducción
A las peripecias vividas en 2014 ('Turismo de aventura' o 'Mis dos paquetitos anuales') y 2015 (Aduana argentina: papeleo para retirar paquetitos) se suman las del año en curso.
Tras los anuncios gubernamentales que pronostican modificaciones importantes en cuanto a cantidad de paquetitos y envíos a domicilio, toca aclarar un par de cosillas que no se han tenido en cuenta y pueden llegar a impactar en los envíos futuros, rija o no la nueva normativa. Es menester también acotar unas líneas acerca del surgimiento de un prometedor servicio «paliativo» de importación de libros. Por último, exponer sintéticamente las nuevas normativas para correo oficial y otros. Pasen y vean.
Puntos destacados
Fue el quinto día de febrero que fui a Retiro para buscar mi primer paquetito: cien unidades de algodón orgánico.
Excepto por el aumento en las tarifas (de ARS 40 a ARS 50 en concepto de tasa de presentación y, si corresponde, de ARS 8 a ARS 10 por cada día de excedente en concepto de tasa de almacenaje), todo venía viento en popa… hasta que estuve cara a cara con el oficial aduanero.
En la descripción del producto, esta personita medio idiota había puesto: «Algodón orgánico especial para vapeo». El oficial me clava la mirada y me dice: «No lo traigas más: está prohibido». Acto seguido, mira para todos lados y, disimuladamente, desliza el paquetito hacia mí. «Tomá», sentencia. Tomo el paquete, saludo y agradezco (no recuerdo bien en qué orden) al oficial (transformado a esa altura en un ángel de la guarda) y me voy lo más rápido que puedo.
La saqué barata: no recordaba que la ANMAT había prohibido la comercialización y el uso del cigarrillo electrónico allá por el 2011. Si bien la disposición 3226 no tiene en cuenta que los dispositivos han cambiado y que puede vapearse incluso sin nicotina, sigue estando vigente. Una nota reciente de La Nación (viernes 8 de abril) da un panorama fehaciente de la situación actual del vapeo en nuestro país. Las tabacaleras, agradecidas. Punto y aparte.
Conclusión: revisar que la descripción del producto no entre en colisión con legislación alguna. Para este caso, una descripción posible hubiese sido: «Algodón orgánico especial para cosmética»; o, simplemente, «Algodón orgánico».
Comparativa de seguimiento de ambos envíos
«Llegada al centro de procesamiento» y «Detenida en aduana con aviso» son dos instancias que, históricamente, ocurren con horas de diferencia. Al comparar ambos seguimientos, se puede observar que en el primer envío dichos movimientos fueron registrados en el mismo día; en tanto que en el segundo hubo una diferencia de veinte días entre uno y otro.
Cuando compré el pijama de Doraemon decidí cambiar la dirección de entrega del telegrama (no tiene por qué ser la misma que figura en el documento; así me lo informaron en Correo Argentino).
Para ello agregué una nueva dirección en AliExpress. Había un campo para el nombre de la calle y otro para el número. Evidentemente no verifiqué que los datos fueran convenientemente procesados por el sistema.
El 10 de mayo llegó al centro de procesamiento. Cuando hubo pasado una semana, revisé los datos ingresados. Allí me di cuenta de que… aparecía solo el nombre de la calle (Bolívar), ¡sin la altura! Llamé a Correo Argentino. Allí me explicaron que tenía que esperar a que figurara «Detenida en aduana con aviso». Una semana después debería recién concurrir a la Aduana.
Pasaban los días y no había novedades. No obstante, el 20 de mayo llené la declaración jurada y generé y pagué el VEP. Y seguía estancado el pedido.
Off de record fueron consultadas algunas fuentes del sector. Cada vez sonaba con mayor énfasis la posibilidad de que el pedido volviese al país de origen. Por buena suerte, a fin de mes ocurrió el milagro; el 30 de mayo, para ser más exacta: apareció en el sistema «Detenida en aduana con aviso».
Tres días después concurrí a la Aduana (no esperé la semana que me aconsejó el operador de Correo Argentino consultado en primera instancia). Expliqué el caso, me hicieron un comprobante (que reemplazó al telegrama) y procedí a hacer la fila para pagar (solo los ARS 50 de tasa de presentación; no me cobraron tasa de almacenaje); y proseguí luego el trámite como siempre (esperé a que apareciera el numerito en la pantalla; presenté la declaración jurada y el VEP; retiré y firmé el retiro del paquete –al cual ni siquiera abrieron para revisarlo–). Fin.
Conclusión: al agregar una nueva dirección de entrega, colocar en el campo correspondiente al nombre de la calle también el número. Un par de dígitos faltantes puede ocasionarnos muuuchos dolorcitos de cabeza.
Trofeos, primera parte
Leo en digital desde hace varios años. No obstante, hay ocasiones en que el libro que una necesita no solo fue publicado exclusivamente en papel, sino que encima no se puede conseguir en donde una reside. Ups.
Tal es el caso de dos libros españoles: La luna sobre la Sabika, de Carolina Molina, y Leer la Alhambra, de José Miguel Puerta Vílchez.
Webeando, encontré que había comenzado a operar, desde los primeros días de mayo de 2016 (con todo en regla), BuscaLibre Argentina. Allí estaban en disponibilidad los dos ejemplares que buscaba. Hice el pedido y pagué (PayU) el 17 de junio; esperé y el 22 de julio (por medio de un azul paquetito certificado de Correo Argentino –despachado el día anterior desde la sede de BuscaLibre Argentina–) los tuve en mis manos.
La empresa facilita un panel propio para el seguimiento del pedido; cuando el mismo sale desde el importador hacia el domicilio del usuario, la empresa envía por correo electrónico el código de seguimiento.
Es una gran opción para pagar en moneda local y no pasar por la Aduana. Ellos son los importadores.
Sacando cuentas, los precios son los mismos (incluido envío) que si una los importara; con la diferencia, insisto, en que una compra como si lo hiciese en una librería local. Hasta si una se decide por adquirir un libro que está disponible en Argentina en otros sitios, los precios siguen siendo equiparables.
Por último y según mi experiencia, el tiempo de recepción fue bueno: solo un día de demora con respecto al estimado que dio la empresa.
Trofeos, segunda parte
Por fin la AFIP, con fecha martes 26 de julio y por medio de su canal de YouTube, ha dejado algo en claro cuáles serán las nuevas pautas para recibir paquetitos del exterior; tanto para el servicio de correo oficial como para el de los privados.
Hoy (miércoles 27 de julio) salieron publicadas en el BORA las respectivas resoluciones. Su entrada en vigencia será dentro de treinta días corridos (viernes 26 de agosto).
Servicio Puerta a Puerta a través de Correo Argentino
«Se deberá ingresar en la web de AFIP el número de seguimiento del envío (tracking ID) que proporciona el correo y declarar el valor y la descripción del o los productos recibidos. Una vez que se valide dicho registro, se generará en forma automática un Volante Electrónico de Pago (VEP), por los conceptos y valores que corresponda abonar.
»Estos envíos tienen derecho a usufructuar una franquicia anual de U$S 25.
»Una vez abonado el VEP, si el envío no supera los dos (2) kilogramos y su valor es inferior a U$S 200, el ciudadano recibirá el envío en su domicilio.
»Para el caso de envíos cuyo peso sea mayor a 2 kilogramos y/o valor mayor a U$S 200, también se recibirá una notificación del correo, se utilizará idéntico procedimiento, retirando el envío en la sucursal del mismo.»
Traducido al español: ¿cantidad ilimitada de paquetitos enviados a domicilio siempre y cuando cada uno no supere los 2 kg o los USD 200? ¡No toco más la Aduana!
AFIP: Resolución General Nº 3915 para correo oficial
Servicio Puerta a Puerta a través de correo privado (courier)
«Esta modalidad podrá ser utilizada sólo 5 veces, por año calendario y por persona, en envíos de hasta 50 kilogramos valuados en un importe inferior o igual a U$S 1000, siempre que se conformen por hasta 3 unidades de la misma especie y no se presuma una finalidad comercial.
»Luego de recibir el envío, ya sea a través del Correo Oficial o de los Prestadores de Servicios Courier, habrá 30 días corridos para ingresar a la web de AFIP y confirmar la recepción. Esta confirmación permitirá realizar posteriores operaciones.»
AFIP: Resolución General Nº 3916 para correos privados
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